"...La mayoría de las gaviotas no se molesta en aprender sino las normas de vuelo más elementales: como ir y volver entre playa y comida. Para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer. Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que le importaba, sino volar. Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar..." Para leer el libro completo, haz clic aquí

domingo, 26 de junio de 2011

El Energetismo

El cuerpo físico está compuesto por órganos, los órganos por células, las células por moléculas, las moléculas por átomos. Si nosotros descomponemos un átomo liberamos energía; eso es obvio.

De manera que, en última síntesis, el cuerpo físico se resume en distintos tipos y subtipos de energía.

¿Que hay más allá del cuerpo físico, existirá algo? ¿O seremos tan sólo un montón de carne, sangre y huesos?

Imposible, somos algo diferente, o tenemos algo distinto, pero, ¿qué será? Eso es lo que vamos nosotros a estudiar esta noche…

Obviamente, los científicos conocen la mecánica de las células vivas, pero nada saben sobre el Fondo Vital. Hasta ahora no han podido crear vida.

Si ponemos sobre una mesa de laboratorio las substancias químicas que se necesitan para crear un óvulo y un zoospermo, es decir, un par de gametos masculino y femenino no dudamos de que ellos pueden crearlos. Pero si se une ese zoospermo (creado por ellos, por los científicos), y ese óvulo, estamos absolutamente seguros de que jamás, tales gametos, podrían originar vida. No conocemos realmente ningún Frankenstein, excepto en las películas.

Se han hecho poderosos aviones que vuelan de un lugar a otro de la Tierra, pero no se ha
podido crear una simple semilla vegetal capaz de germinar.

En cierta ocasión, discutía un ateo materialista con un hombre religioso; el ateo se mostraba muy intelectual. El problema era muy sencillo, dijo el primero:

– “¿Quien fue primero el huevo o la gallina? Si fue la gallina, entonces, ¿el huevo de dónde salió? Si fue el huevo, ¿quién lo puso, no fue la gallina?”…

Total, es un círculo vicioso que no tiene terminación nunca. De pronto el religioso se dirigió
al científico y le dijo:

– “¿Usted podría crear un huevo?”.

Contestó el científico:

– “Sí, sí puedo; puedo hacerlo”…

– “¡Pues, hágalo!”

Como quiera que aquel ateo materialista era químico, hizo el huevo. Un huevo perfecto, artificial, más que maravilloso. Ya hecho, le dice el religioso:

– “Ahora echémoslo en una incubadora a ver si sale el pollo”.

Y lo echaron en la incubadora, pero el pollo no salió.

Vean ustedes que la ciencia no ha podido crear vida… De pronto aparece un sabio diciendo:

“Eureka, Eureka, sí estamos creando vida, hemos logrado crear una vida”… Responde el público con una gran carcajada. Realmente lo que han echo es partir de una pobre ameba y unirla, por ahí, a otro pedazo de organismo y sostenerlo durante unas cuantas horas, ¡y eso es todo el escándalo!

Tanto escándalo por un pedazo de ameba mezclada con otro pedazo de otra criatura. Pero, ¿crear la vida? A ver si es cierto que la crean; les ponemos las substancias químicas para que las hagan a ver si las hacen. Jugar con lo que la naturaleza ha hecho no tiene ningún valor, lo interesante sería crear vida y hasta ahora no la han creado.

Entonces, conoce la Ciencia, únicamente, la mecánica de las célula viva, pero no sabe manipular la vida; el Fondo Vital orgánico es el fundamento de la vida…

Los científicos nos podrían hacer transplantes, pero no podrían crear el Fondo Vital. En ese
campo, ellos juegan con lo que ya está hecho, pero no son capaces de hacer.

Podrían, por ejemplo, realizar la inseminación artificial y a una mujer estéril, por ejemplo, insertarle un par de gametos para que se forme dentro de la matriz de ella, una criatura, pero ellos no son capaces de hacer los gametos, aguardan que la Naturaleza se los haga; juegan con lo que ya está hecho.

Hacen, por ejemplo, injertos vegetales, y salen luego frutas grandes, maravillosas, pero con principios vitales adulterados; pero no son capaces de hacer, por ejemplo, una rama vegetal artificial para insertarla en una rama viva y tener con ella un cambio en toda la planta, eso no lo hacen…

Y entonces, ¿con qué autoridad se basan ellos como para negar a la Divinidad? ¿Con qué pruebas quieren que todo el mundo crea firmemente en la Dialéctica Materialista? No pueden demostrarlo; pero el religioso sí pueden demostrarlo; dice que “Dios es el fundamento de todo lo que existe”, y lo demuestra.

La Naturaleza entera sirve de documento para el religioso: aparecen las criaturas por todas partes, surge la vegetación, todo por obra de lo Divinal.

¿Podrían acaso los científicos materialistas refutarle eso al religioso? No hay ninguna forma de refutarlo. Ellos son incapaces de hacer, aunque sea, una simple semilla vegetal capaz de germinar.

Pero si no hacen una semilla vegetal, siquiera, con posibilidades de germinar, entonces, ¿en qué fundamentan sus dogmas materialistas? ¿Con qué bases se atreven a negar lo Divinal?

Obviamente, no tienen bases. Los religiosos han ganado la batalla; eso es obvio, porque los religiosos sí pueden demostrar, pero los científicos materialistas no están demostrando nada, no han podido desplazar a la Divinidad.

Pero, vamos un poco más adelante, después de esta breve digresión. El Fondo Vital Orgánico resulta interesante… Hace poco tiempo en Rusia, los científicos inventaron un lente que les permite ver el Fondo Vital, ahora lo denominan “Cuerpo Bioplástico”. Resulta interesante las fotografías del Cuerpo Bioplástico, que se está estudiando en relación con el organismo, que se está estudiando a parte del organismo…

Claro, el descubrimiento del Cuerpo Bioplástico dio al traste con la Dialéctica Materialista. En estos tiempos se comienza a experimentar, intensivamente, en Rusia, con la Parapsicología.

No hay duda de que la mayor productividad de material didáctico parapsicológico nos llega de Rusia, así no lo está informando las estadísticas. Entonces, significa eso que Rusia está saliendo de ese Materialismo y entrando en una era religiosa. Claro, eso molesta al régimen reciente de la China comunista, y ya ha llamado a Rusia, o se les ha dado a los soviéticos el calificativo de “religionizable”.

Quiero que ustedes sepan que si a una persona se le extrajera el Cuerpo Vital, moriría, eso es obvio. Sin embargo, el Cuerpo Vital no es el Yo, es tan solo el asiento de la vida orgánica; si nosotros fotografiamos el Cuerpo Vital, descubriremos que es el asiento de la vida, una especie de doble organismo, pues cada átomo del Cuerpo Vital, semeja totalmente, a cada átomo del Cuerpo Físico, pero este Cuerpo Vital o Cuerpo Bioplástico (como lo denominan los Rusos), no es el Yo.

Cuando alguien golpea una puerta se le interroga:

- “¿Quién es?’’.

Se le responde:

– “¡Yo!”. Pero bien, ¿qué cosa es el Yo, mis queridos amigos?

Algunas Escuelas suponen que hay dos Yo: uno lo denominan Superior; lo alaban, lo adoran le rinden culto, etc. Otro, es calificado de Inferior; tales Escuelas piensan que el Yo Inferior debe evolucionar hasta integrarse con el Superior…

Mucho se ha dicho también sobre el Yo subliminal del miedo, sin embargo, tenemos nosotros que decir que Yo Superior, Yo Inferior, son tan solo sección superior e inferior de una misma cosa. Tengamos una mesa cualquiera, tiene dos secciones: la superior y la inferior; así es el Yo.

Obviamente, tantas divisiones entre superior e inferior, resultan, en el fondo, completamente absurdas, porque el Yo es el Yo; y eso es todo.

Bien, aquí estamos presentes y cada uno de nosotros tiene su “querido Yo”. Es necesario que sepamos qué cosa es ese Yo. ¿Será Materia? ¿Será Espíritu? ¿Qué será? ¿O será Materia y Espíritu a la vez? Eso es lo que debemos conocer.

Algunos filósofos nos han hablado del Alter Ego, recordemos al Alter Ego de Cicerón… Cada cual es libre de pensar en relación con el Yo: los materialistas pensarán que el Yo es la Materia meramente.

Me parece que esta posición ya ha sido descartada por el nuevo pensamiento Ruso, que es diferente: ahora se da especial preferencia en Rusia, como ya dije, a la Parapsicología. La Dialéctica Marxista Materialista pertenece ya a un pasado, se ha vuelto extemporánea, está fuera de moda.

Se necesita una nueva forma de pensar dialéctica. Posiblemente entremos en el campo del energetismo, aquí, en la Nueva Era.

En todo caso, el Yo es energía, y esto lo puede demostrar la misma Física cuando descompone cualquier átomo: se libera energía, obviamente; si fraccionamos un átomo de almidón, o de hierro, o de aluminio, o de cualquier organismo que sea, incluyendo el humano, liberamos energía.

De manera que, en última síntesis, el organismo se resume en distintos tipos y subtipos de energía.

Por ese camino señalado por Aristóteles con el nombre de Entelequia, llegamos, indubitablemente, a la energía orgánica y a los valores.

El Yo, indudablemente es eso: energía; energía determinada y determinadora de antiguas y nuevas modalidades; energía determinada y determinadora de nuevas ondulaciones vibratorias, y eso está demostrado con cualquier aparato susceptible de captar las vibraciones del terrible Ego.

Energía es energía, ¿quién podría negar la energía? El cuerpo humano también podría volverse polvo (y de hecho se vuelve polvo), pero, ¿estamos seguros de poder destruir la energía? ¿Y habría alguien que haya descubierto algún sistema como para poder aniquilar la energía? ¿No sería alguien que esté aquí presente, en este auditorio?, pues, me gustaría conocerlo; si lo eres, tenga la bondad de ponerse de pie aquél que haya logrado acabar con la Energía Universal; quisiera conocer ese coloso, ese titán; mas, veo que no aparecen, ni por aquí, ni por allá, ni acullá.

La muerte del individuo no resuelve tampoco el problema. “La muerte no es más que una resta de quebrados”: si hacemos la operación ¿qué será lo que habría de continuar? Los valores, ¿verdad? (Y eso lo sabe cualquier matemático) Los valores continúan, pues, y son energéticos; esos valores continúan en el Espacio Psicológico; esos valores mismísimos, constituyen el Ego, el Yo, el mí mismo, el sí mismo.

Puede ser destruido un organismo físico (no importa la raza a la que se pertenezca), pero lo que no podríamos destruir serán los valores energéticos, lo que continúa más allá de la muerte son tales valores.

Mirando las cosas desde otro ángulo diríamos que nosotros somos puntos matemáticos en el espacio, que podemos servir de vehículo a determinadas sumas de valores; de manera que “la muerte no es más que una resta de quebrados”…

Cada uno de nosotros, los aquí presentes, repito, es un punto matemático que sirve de vehículo a determinadas sumas de valores energéticos, y la energía está demostrada; así que el Ego, es energía –es obvio–, determinada y determinadora; es incuestionable.

Pero debemos ahondar un poquito más en la cuestión de los valores. La ira, por ejemplo, sería un valor, la codicia otro valor, la lujuria otro, la envidia otro, el orgullo otro, la pereza otro, la gula otro; estos distintos tipos de valores, podrían analizarse más profundamente y es lo que queremos hacer.

En el Oriente a los distintos tipos y subtipos de valores se les da un calificativo: se les llama “agregados psíquicos”. Tales agregados pueden ser visibles y tangibles mediante técnicas o lentes especiales. Por ejemplo, en el Brasil hay, actualmente, placas fotográficas muy especiales, con las que se han estudiado distintas formas de energías que escapan del organismo humano; se ha podido, por ejemplo, fotografiar un pensamiento, ya se ha podido fotografiar el aura humana (no hay duda que alrededor del cuerpo humano existe aura, eso es indubitable).

En un futuro, los aparatos se perfeccionarán aún más, y se podrán fotografiar los valores energéticos de cualquier organismo, se podrán medir sus vibraciones, etc.

Estamos avanzando en el campo del energetismo: se inventan todos los días lentes cada vez más y más poderosos; hemos llegado a fotografiar el mesón K; hemos descubierto que el mesón K, no se comporta de acuerdo con la Ley de la Paridad. Tenemos entendido que la actividad de un Universo Paralelo, ubicado en una Cuarta Vertical, interfiere ya, directamente, en las zonas del mesón K. Así pues, se avanza en cuestión de óptica y no duden que muy pronto los valores energéticos serán fotografiados.

V.M. Samael Aun Weor

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