"...La mayoría de las gaviotas no se molesta en aprender sino las normas de vuelo más elementales: como ir y volver entre playa y comida. Para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer. Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que le importaba, sino volar. Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar..." Para leer el libro completo, haz clic aquí

domingo, 26 de junio de 2011

Julia "Butterfly" Hill, Heroína Ambiental

Muchos activistas se subieron a árboles como forma de protesta contra la desforestación, pero de todos ellos Julia Butterfly Hill fue la que alcanzo más popularidad, gracias a su carisma, belleza y habilidad para la oratoria.

Julia pasó cerca de dos años viviendo en un antiguo árbol de secuoya, con el sólo objeto de que no destruyan un ancestral bosque de California, compuesto de árboles de más de 100 metros y 2000 años de antigüedad. Durante ese tiempo, usualmente se comunicaba con los medios y su equipo de apoyo a través de un teléfono móvil. 

La Vida en un Árbol
Julia Butterfly Hill tuvo que soportar condiciones extremas: lluvias, fuertes vientos, enfermedades, heridas e infecciones atentaron con poner fin a su misión.

Cierta noche, durante una “furiosa” tormenta, Julia estuvo a punto de caer del árbol donde estaba trepada, al que llamaba “Luna”. Cuando estuvo próxima a rendirse y caer desde más de 100 metros de altura, ella escuchó lo que posteriormente llamó “la voz de Luna”, diciéndole que “sólo las ramas rígidas se rompen, las flexibles sobreviven”. En completo abandono Julia dejó de luchar contra las fuerzas de la naturaleza, y siguiendo los consejos escuchados se aproximó a ramas mas jóvenes en donde permaneció hasta que finalizó la tormenta.

Durante su estadía en Luna, también tuvo que afrontar varias afecciones, incluyendo un virus en los riñones. Para todas sus afecciones utilizo medicinas naturales incluyendo algunas que provenían de plantas que se encontraban en las cercanías de Luna, que le eran proporcionadas por su equipo de apoyo.

Con respecto a su relación con los animales, ella nos cuenta que los insectos fueron sus mayores maestros. En los primeros meses sufrió picaduras de todo tipo de arañas, avispas, abejas y hormigas. Cierta vez, cuando una araña cayó sobre su cabeza Julia contó, “ese día me di cuenta que las arañas son  parte integral del bosque, y que tienen un propósito más importante que el mío para estar aquí. En ese momento dejaron de “molestarme”.

Además de los peligros naturales, Julia tuvo que enfrentar a los generados por la compañía Pacific Lumber. Entre sus prácticas disuasivas se contaban los vuelos razantes en helicóptero por la cima de Luna ,que en más de una oportunidad le podrían haber causado la muerte (como sucedió con David Chain que en 1998 mientras se encontraba subido a un árbol).

Julia cuenta que las tácticas disuasivas utilizadas por Pacific Lumber tuvieron un efecto boomerang y en lugar de hacerla rendirse le dieron mas fuerza y convencimiento de que debería seguir adelante con su tarea.



Ella es un gran ejemplo de la mutación que está sufriendo la mente grupal americana; en cierto sentido, es un ejemplo perfecto; y uso la palabra “sufriendo” en un perfecto doble sentido también.

Ese cambio a afecta a toda la mente americana, por lo que, finalmente, llegamos a la conclusión que ese venerable árbol llamado “Luna” (en español) es un agente activo en la mutación americana.

La historia en sí es conmovedora, y el cambio que sufrió Julia, realmente notable.

Aparte de la historia que ella misma relata sobre su experiencia, también es posible analizar esto desde el punto de vista esotérico y energético.

Las Cimas
Sucede que en la Naturaleza, las cimas son donde se concentran las energías más sutiles de un ser.

Por dar algunos ejemplos: la cima del ser humano es la cabeza. El chakra coronario se halla en la coronilla, el punto más alto de nuestra arquitectura. La cima de un edificio es, por supuesto, la azotea y los últimos pisos. Es muy fácil notar el cambio de atmósfera que se da en esos últimos pisos en relación a los que están más abajo. Este fenómeno puede notarse hasta en lo más mínimo, es decir, incluso los barrios ubicados en puntos altos de una ciudad tienen una energía más sutil que los “barrios bajos”.

Los lugares sagrados están frecuentemente (¿o siempre?) asociados a montañas: los Himalayas son la cima de toda la India, el Tibet y China, y también son el centro espiritual de toda la Tierra.

Los Andes Centrales son la cima de Sudamérica, la segunda parte más alta del planeta, y personalmente pienso que también albergarán a grandes centros energéticos y espirituales humanos en un futuro no muy lejano (para mí ya son centros espirituales, sólo que no humanos).

Sobre la diferencia de energías de lo que ocurre en la parte superior de seres como las montañas y los árboles, pueden hablar con autoridad los alpinistas y aquellos que han pasado su infancia trepando a los árboles.

Pero hay otros factores que pueden intensificar las energías sutiles de un ser, como por ejemplo...

La edad
Un árbol joven no tiene la misma energía que uno antiguo. Esto también es muy fácil de percibir para las personas sensibles.

La edad de un ser natural le añade algo que los seres más jóvenes no pueden tener. Es más difícil de describir que la sutileza e intensidad de las cimas.

Podríamos llamarlo “dignidad”, “venerabilidad”, “sabiduría”, y en verdad sería parecido a todas esas cosas, pero no es ninguno de ellos, exactamente.

La frescura de la juventud es más fácil de describir, pero ¿cómo describir ese silencio que emana de la sabiduría del largo vivir? Bueno, Luna tenía mucho de eso. También se puede sentir con sólo ver un video.

La Experiencia
Finalmente tenemos a Julia que se trepa a la cima de un ser antiguo como Luna, para vivir 2 años de una experiencia que le cambiaría en forma total, como ella misma lo dice.

Existe una ley energética respecto al papel de la vecindad de dos entidades. Cuando dos entidades están próximas, la entidad que tiene la energía más poderosa termina transformando a la entidad energéticamente más débil.

Y Julia se expuso a la energía superior de un árbol antiguo ubicado casi en la cima de una montaña, en una zona sagrada como es California... es difícil pensar en un agente energético más transformante que ése.

Y como era de esperar, la experiencia transmutó sus energías. No sólo por el árbol, sino también por la convivencia con todo el resto de la Naturaleza, incluyendo las tormentas.

Si uno mira las fotos y videos antes y después de su experiencia, se puede notar un gran cambio en su rostro, forma de hablar, y – por supuesto – forma de percibir y pensar.

El Triunfo
Finalmente tras 2 años de ardua lucha, Julia logró que se llegara a un acuerdo con Pacific Lumber que consiste en preservar a Luna y todos aquellos árboles que se encuentren en un radio de 100 metros a la redonda.

Si consideramos que cada árbol esta valuado en 50.000 dólares, salvar a todos los secuoyas del norte de California costaría miles de millones de dólares, no obstante al llegar a un acuerdo con Pacific Lumber se sentó un precedente que se puede repetir.

En diciembre de 1999 Julia descendió de Luna en una gran ceremonia, y desde entonces ella dice que continúa con una dieta que está basada enteramente en alimentos crudos y sin cocinar. Además publicó un libro titulado “El legado de Luna: la historia de un árbol, una mujer y la lucha por salvar a las secuoyas” que fue impreso en SmartWoodCertified, lo cual significa que además de ser papel reciclado, no se ha destruido ninguna selva ni se ha dañado el medio ambiente para hacer el libro.

El dinero conseguido fue donado a la fundación Círculo por la Vida, la cual ayudo a fundar, que se dedica a realizar acciones directas a favor de preservar las selvas y bosques.

Para contactarse con Julia lo puedes hacer a través de www.circleoflifefoundation.org 

FUENTES:
http://ecologia-sagrada.blogspot.com/2006/11/la-mutacion-americana-julia-butterfly.html
http://www.lareserva.com/home/julia_butterfly_secuoya

VER VIDEO (muy bello)

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